Included page "component:language-bar" does not exist (create it now)
Included page "component:language-bar" does not exist (create it now)
Included page "component:language-bar" does not exist (create it now)
Included page "component:language-bar" does not exist (create it now)
Included page "component:language-bar" does not exist (create it now)
Included page "component:language-bar" does not exist (create it now)
John era un empleado como cualquier otro en la Unión, tenía la misma rutina y el mismo trabajo de cientos de personas, al menos eso pensaba.
Aún así John pensaba que su trabajo era especial, como la mayoría de trabajadores con el mismo trabajo.
Que suerte tengo de trabajar aquí. Pensaba John, él jamás había experimentado lo que había matado a miles de trabajadores y eso era bueno y a la vez malo.
John tenía una habitación pequeña, pero cómoda, cosa que le agradaba, el veía que los demás se iban poco a poco y jamás volvían, John no le prestaba atención a esto como la mayoría de los que trabajaban con él, simplemente pensaba que los habían ascendido.
John no sabía exactamente cual era su trabajo, siempre eran vigilados por un tipo de guardias por lo que John pensaba que él era importante y que estaban ahí para protegerlo.
Que suerte tengo de trabajar aquí Pensaba John, como la mayoría de personas que trabajaban con él.
Un día mientras John comía, unos guardias se lo llevaron.
Que curioso Pensó John.
Pasó por un tipo de puerta y se encontró con un científico, o al menos eso pensaba John, él saludó al científico, quien lo miró con una cara rara y le dijo que lo siguiese.
John lo siguió, sin pensar que cada vez que daba un paso estaba más cerca de su lamentable muerte.
John entró a una celda gigante mientras el científico apuntaba en su libreta, la celda era gélida, casi sin iluminación, tenía un olor repugnante, John no sabía que una criatura estaba vigilando cada uno de sus movimientos.
Al parecer este lugar es más grande de lo que parece Dijo John, mientras investigaba más la celda.
Unos momentos después John se dio cuenta de la bestia que lo acechaba.
Mierda Pensó John mientras la criatura se abalanzaba sobre él.
Así termina la historia del Incrédulo John, quien como la mayoría, pensaba que era alguien importante y no un sujeto de pruebas, que probablemente iba a morir de todas maneras.